Para que comprobemos que una mala tipografía no cumple su función, aquí mostramos este poema-prohibición con sus efectos. Está en un escaparate del centro de la ciudad de Sevilla.
Agradecería a los televidentes que me mandaran "PROHIBIDO FIJAR CARTELES" de cualquier parte del mundo.
Si quieres ver la colección pincha
AQUÍ.
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