Esta pintura sobre ladrillo, la
tercera de la colección, se encuentra en la fachada de un banco. Es muy directa. CARTELES NO. Parece que va a salir un segurata y te va a dar un palo en la cabeza.
Se ve que no está cuidada y eso dificulta su lectura. Tengo que decir que se encontraba a una altura de más de 2 metros, lo que unido a que el color negro, hace que no destaque sobre el marrón del ladrillo. Carteles no no se lee. Los niños y los bajitos podrían hincharse a pegar carteles sin percatarse del mensaje.
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