sábado, febrero 09, 2008

Romanticísmo decimonónico de María Eloy-García y el Cangrejo



La noche del día 7 de Febrero tuvimos el placer de tener en Las Noches del Cangrejo a María Eloy-García.
Llegó montada en una Ñ desde Málaga y aterrizó en plena Alameda.
Entre cervezas y vinos estuvimos hablando de La Revuelta Sureña, de lo importante que era hacer pública la poesía y de que ya está bien que los poetas se encierren en sus sucios áticos, se pongan velas perfumadas y busquen editoriales que les publiquen su libro para que se quede, o bien en las cajas de la imprenta, o bien en el fondo de las librerías.
ES NECESARIO QUE LA POESÍA BAJE A LOS BARES, a los benditos infiernos que es donde está la gente. Es necesario tomar chupitos mientras se escucha al poeta. Es imprescindible aplaudir o abuchear si te gusta o no el poema. Es lógico que la gente se entere, que se les vean los colmillos a fieras como María Eloy, que se monte en la chepa del Cangrejo para dar un paseito, que no dejemos de jugar con la palabra.
Como diría Javi Gato... QUÉ ESCÁNDALO!

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