domingo, febrero 17, 2008

Mi aportación para la propuesta del Festival "Llenemos la ciudad de poesía"





Ayer sábado me levanté temprano, metí mis cuatro poemas en mi memoria USB de un Mega en formato PDF (observen lo moderno que soy) y me puse a buscar una copistería como loco. Estos establecimientos tienen la mala costumbre de no abrir los sábados. Quizás sea porque se alimentan principalmente de los estudiantes y las oficinas. Esto es sólo una suposición.
Me tomé el segundo café de la mañana y, casi desesperado, me dirigí a una de estas grandes tiendas que no suelen cerrar ni los días de fiesta. BINGO. Abierta. Me hicieron las fotocopias en papel amarillo, pero me clavaron. Me clavaron por sacar la primera copia del USB. Si la hubiese llevado impresa no me hubiesen cobrado lo que me costó solamente tener la primera. Me clavaron por imprimir en papel amarillo más de lo habitual y hasta me clavaron por cortar los folios por la mitad. Un negocio redondo. Eso es lo que son las copisterías. Temí que me cobraran por la bolsa de plástico con la publicidad del establecimiento, pero creo que ya venía incluida en el precio.
Al final tuve mis poemas, aunque pagando un precio excesivo. Saqué 100 copias de cada uno, es decir, 400 poemas que distribuí por las calles de Sevilla, especialmente por los bares de la Alameda, para contribuir a que durante esta semana estuviese la ciudad llena de poesía.
Aquí os los dejo, para los critiquéis.
Siempre y cuando no seáis los dueños de una copistería, os amo a todos.

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