sábado, octubre 04, 2008

Libro de viajes VII

Hay un montón de tetas voladoras en este pueblo.
Cuando se levanta aire
las toco y nadie
se da cuenta.
Suelo ser discreto
con estas cosas.



¡Cierren la ventana del Restaurante!
¡No ven que la música se está comiendo
mi rodaballo a la plancha!


Los aros de cebolla son simples elementos decorativos en los platos estrella del Restaurant.
No aspiran a más.



Al tirarle una piedra
al pato de la ciénaga,
le sale otro de la espalda.
Por eso hay tantos.
Se reproducen estilo gremli.

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