Esta plaquita de metal del tamaño de una cartera la encontré cerca de la Plaza de Toros de Sevilla. Me sorprendió ver que este poema visual cumplía su función sin molestar visualmente el entorno. Me imaginé al chico que está pegando propaganda de su concierto y se encuentra este mensaje en un papel de hierro. El simple material en el que está impresa la orden ya produce respeto. Tengo que admitir que está bien maquetado. Las letras son elegantes y la separación entre los espacios es el adecuado.
El soporte es la casetilla de luz del semáforo. Y es que las prohibiciones las tenemos en cualquier sitio. ¿Alguien me podría decir si está realmente prohibido poner carteles en la calle? No hablo de fijarlos con pegamento, hablo de colocarlos con fiso.
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